Poder global y religión universal

Descripción

Hace un tiempo fue presentado por el obispo de San Luis, monseñor Jorge Luis Lona, quien en esa oportunidad dijo: “Con la seriedad y la solidez a la que nos tiene acostumbrados, en este nuevo libro el padre Sanahuja nos muestra una realidad que como católicos no podemos ignorar”. En próximas fechas se irá presentando en varias provincias del país.

Se trata de “Poder Global y religión universal”, un libro de Juan Claudio Sanahuja, de poco más de 160 páginas, que pese a la brevedad de su cómodo formato contiene la denuncia del mayor ataque que se concibió hasta ahora contra el cristianismo, sobre todo contra la Iglesia católica y la civilización cristiana.

Los llamados nuevos paradigma éticos, generados por los organismos internacionales, son el instrumento para concretar la reingeniería social anticristiana del proyecto de poder global del llamado Nuevo Orden Mundial. De este intento de colonización ideológica no escapan las religiones tradicionales -como las llaman esos mismos organismos-, y dentro de ellas, el cristianismo en general y la Iglesia Católica en particular.

El libro “Poder Global y religión universal” describe esos nuevos paradigmas y analiza los intentos de cambiar las doctrinas religiosas. Por ejemplo, Sanahuja reseña una reunión de 2004, en Ámsterdam, organizada por el gobierno holandés y el Fondo para la Población de las Naciones Unidas, en preparación de la conferencia de la ONU llamada El Cairo+10. La reunión de Amsterdam versó sobre “derechos sexuales y reproductivos, cultura y religión” y una de sus conclusiones, calificada de vital en el documento final, fue la de invertir recursos humanos y económicos para “convencer a los líderes religiosos de democratizar su discurso en materia de derechos sexuales y de derechos reproductivos”.

Dice el autor en el prólogo que “de la colonización ideológica del Nuevo Orden, no escapan sectores del cristianismo. El compromiso con la verdad no es lo que prevalece en algunas estructuras de tradición cristiana: el miedo a ser tildados de fundamentalistas, la ambigüedad cómplice de la que se saca indigno provecho, la aceptación rendida de los falsos valores de la modernidad: el éxito, la popularidad, la excelencia, han provocado en algunos una verdadera apostasía material de la Fe en Jesucristo. Parecería que para ellos ya no hay principios inmutables que en conciencia no se puede ni ceder ni conceder”